─Y tú decías que te importaba, que estarías allí cuando yo lo necesitase, que éramos amigos.
─¡Y aún me sigues importando!
─Pues no lo parece cuando estás con ella.
─¿No decías que ya no me querías de esa forma?
─Mentía, tenia miedo a perder nuestra amistad como una y otra vez.
─Lo siento, pero creo que no soy la persona indicada para ti.
─¡No! Lo siento yo, por no ser la persona que buscas, por no ser la chica guapa que quieres tener a tu lado. Pero sólo te digo que nunca encontrarás a alguien que te hubiese cuidado como yo lo hubiera hecho hasta el resto de nuestras vidas. Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario